El coolhunting nace gracias al ascenso de la llamada “cultura cool”. Se vale, en gran medida, de las redes sociales para observar a las personas de forma periférica y, de este modo, ofrecer las mercancías que anhelan
Definición
Coolhunting es un término en el mundo del marketing y la publicidad, que se puede traducir como ‘caza de tendencias’. Consiste en “cazar tendencias” para aplicarlas a nuevos productos o servicios. Dicho de una forma menos técnica, se trata de hacer seguimiento a lo que se va poniendo de moda, tanto en conductas como en consumibles, y producir mercancías en base a esos patrones.
El trabajo en específico se refiere a hacer predicciones sobre cambios o surgimientos referentes a la cultura del consumismo y la moda. Esta información ha tenido un gran impacto para ayudar a empresas a estar preparados para aprovechar tendencias sociales. Quienes se dedican a esto se denominan «cazatendencias», «cazadores de tendencias», «rastreadores» o, en inglés, coolhunters.
Las redes sociales son uno de los espacios esenciales en el desarrollo del coolhunting. También la calle, pero esta cada vez dice menos. En cambio, en las redes, la gente se expresa y se explaya en las narraciones sobre sus estilos de vida, sus expectativas y sus deseos. Los amos del mercado están ahí, listos para ver qué quieren los consumidores. Viven de eso.
El coolhouting es una pieza decisiva en el consumismo actual. Recordemos que no se trata de estar atentos a las necesidades de la gente, a sus carencias o dificultades para diseñar productos que resuelvan todo esto. La atención se centra en “las tendencias” o hacia dónde corre la masa de gente, como se dice.
“La cultura de la modernidad líquida ya no tiene un populacho que ilustrar y ennoblecer, sino clientes que seducir”.Ir a indice
-Zygmunt Bauman-
Actividad
La actividad de un cazatendencias es básicamente, la recolección de información sobre temas de moda o tendencias. Principalmente en la vía pública e internet. La misma se desarrolla con una mirada muy neutral sobre la sociedad o sobre el lugar de trabajo. Un cazatendencias debe aceptar, comprender y analizar diferentes tipos de estereotipos. También debe estar actualizado en todos los ámbitos y obtener información a través de distintos medios, y concretamente a través de internet.
Generalmente se obtiene la imagen de un cazatendencias como una persona gastada. Usualmente en la calle acompañado de una cámara y una libreta, la cual no se aleja mucho de la realidad.
En la actividad de la confección de un trabajo a presentación es necesario presentar todos los detalles y no generalizar demasiado, así como no generar mucha información de relleno.
Los coolhunters son personas con formación en distintas disciplinas (diseño, imagen, sociología, psicología, marketing, Historia, etc.) que detectan las tendencias emergentes en todo el mundo y las analizan para adaptar el diseño futuro
Ir a indiceTipos
La misma en algunos casos es desarrollada por cazatendencias como profesionales. Ya sea para firmas o agencias de coolhunting, publicidad, marketing o grandes empresas.
En otros casos suele ser un pasatiempo o trabajo parcial, donde se citan a los mismos por determinados trabajos o se los premia por obtener u entregar informes de relevancia. Generalmente pagos con retribuciones en productos o regalos.
Más allá de profesionales dedicados a la identificación de tendencias, también se denomina coolhunters' (trendsetters o influenciadores), al colectivo de consumidores cuyas opiniones influyen en la toma de decisión de las personas que les rodean de tal forma que crean tendencias, modas y tienen el poder de impulsar el desarrollo de una marca.
Internet y los medios digitales han revolucionado el coolhunting dando lugar a nuevas técnicas de investigación y caza de tendencias, estas nuevas técnicas se engloban bajo la metodología denominada coolhunting digital o coolhunting 2.0.
Ir a indiceLas 3 características imprescindibles del coolhunter
¿Te han dicho eres un observador natural? ¿Normalmente te recuerdan el dicho de “la curiosidad mató al gato? Eso no es del todo malo si quieres convertirte en un cazador profesional de tendencias, un experto en analizar y adelantarse a las demandas del mercado de la moda, arte, diseño y marketing.
Está profesión empieza a ser más conocida en nuestro país, pues son cada vez más las empresas que demandan puestos específicos en donde la observación de los patrones de consumo es clave.
¿Quieres saber cuáles son estás características esenciales? Te las compartimos aquí:
- Curiosidad. Un coolhunter debe estar atento a todos los detalles de su entorno y nunca dejar de cuestionarlos. ¿Te has preguntado por qué ciertas marcas empiezan a lanzar tales o cuales mensajes? ¿O cómo un evento político desata una reacción en la moda? Estas preguntas son las que un coolhunter debe hacerse todos los días para encontrar las pistas que lo harán entender cómo es que las tendencias nacen o mueren.
- Intereses híbridos. Cuando piensas en ti, ¿te vienen mil palabras y un sin fin de intereses? ¿Te gusta el arte y la moda, eres fan de la música y constantemente lees blogs de todos los temas? Esto será muy útil a tu perfil como coolhunter pues es necesario aprender de varias disciplinas como marketing y antropología para entender el comportamiento de las personas, además de estar atento y actualizado en los movimientos de las redes sociales, como trending topics o toda pieza de información que salga de las calles, la cultura, etc.
- Empatía. Ponerse en los zapatos del otro es quizá la característica más importante de un cazador de tendencias. Encontrar las verdaderas razones por que las personas prefieren tal o cual producto sólo vendrá de qué tan empático puedes ser con ellas. Poder relacionarse con los otros y ver las verdaderas razones detrás de su comportamiento es lo que hará que un analista de marketing se transforme en un coolhunter exitoso.
- Ahora ya lo sabes, si tienes estas características podrías desarrollarte en el campo del análisis de mercado, y para esto te será muy importante especializarte en Coolhunting y Tendencias de Moda.
El mundo de lo cool
No es fácil definir lo que es cool y lo que no lo es. La palabra es empleada en muchos contextos y de diversas formas. Un par de psicólogos, Ilan Dar-Nimrod, de la Universidad del Centro Médico Rochester, y su compañero Ian Hansen, de la Universidad de York, hicieron una sencilla investigación empírica al respecto.
Les pidieron a 353 estudiantes de la Universidad de British Columbia que definieran la palabra cool. Con esta base, establecieron una serie de características, para después pedirles que identificaran aquellas que querrían que tuvieran sus amigos.
Los psicólogos se sorprendieron con los resultados. Los encuestados fueron claros: la condición principal para ser cool era tener atractivo físico . Ser guapo o sexi. Lo demás eran características que algunos definen como “pequeño burguesas”: seguridad, éxito, sentido del humor, amabilidad o altruismo. Una mezcla así sería la materia prima del coolhunting.
Ir a indiceDe rebeldías a la carta y otras derivadas
Los impulsores de la cultura cool, y, por supuesto, del coolhunting, saben que hay otro rasgo importante en los estandartes de este modelo: ser desafiante. El verdadero personaje cool es rebelde y disruptivo. Como cualquiera puede comprobarlo, los modelos cool siempre parecen enojados y miran como diciendo “me importa un cuerno todo”. Pero, además: “soy capaz de todo”.
El tema no es tan inocente como pudiera parecer. En 1997, el historiador Thomas Frank escribió un libro que pronto se convirtió en un clásico: La conquista de lo cool. En esta obra se hicieron revelaciones inquietantes. La más importante de ellas, que la industria del espectáculo había sido capaz de asimilar y transformar las rebeldías genuinas de los 60, convirtiéndolas en algo inofensivo y sin sustancia: la cultura cool.
La publicidad convirtió la rebeldía social en una rebeldía de portada de revista. Los jóvenes que antes se manifestaban en contra de la guerra fueron transformados en chicos que se perforan la nariz o se rasgan los jeans para mostrar cuan disruptivos son. Eso sí: deben ser bellos (también hay una industria para ello), pero, sobre todo, individualistas. En esta nueva órbita lo colectivo es la moda, no la causa.
El coolhunting y la impersonalidad
Es perfectamente legítimo que los interesados exploren los mercados e identifiquen los gustos de los consumidores. Lo que puede resultar cuestionable es esa filosofía que gravita como telón de fondo y que promete satisfacciones y felicidades, solo con sumarse a la tendencia vigente.
Si bien se puede tomar por donde toca, o sea, a la ligera, también es cierto que no todo el mundo está preparado para comprender esas veleidades del mercado como lo que son: trivialidades pasajeras. A veces se toman demasiado en serio. A veces conflictúan: “no soy cool, dios mío”. A veces acatan un mandato sutil, aunque no tanto: “Si no eres x, o si no haces y, estás fuera”.
Este tipo de mecanismos y de prácticas alimentan ese temor atávico a apartarse del rebaño. En tiempos lejanos, el temor se basaba en defraudar al grupo por no haber sido valiente, eficaz o diestro. En el tipo de cultura impulsada por el coolhunting, el temor está en no poder comprar o adquirir determinados objetos, o en no ser como lo indica la tendencia. No hay mayor peligro que aquello que alimenta el miedo a ser.
Ir a indiceBibliografía: https://lamenteesmaravillosa.com/coolhunting/ https://es.wikipedia.org/wiki/Coolhunting/ https://www.imodae.com/caracteristicas-del-coolhunter/